Hace tiempo participé en un foro donde se discutía sobre el uso de los dineros en la iglesia, el abuso de dirigentes, y la indiferencia de la hermandad ante una cuestionable administración en la economía; muchos aducen que ellos ofrendan de corazón, y que ese dinero ya no les pertenecen y que lo que haga el pastor con esas platas no es de su incumbencia. Deducción propia de un simplón.Desde siempre la iglesia ha recibido dineros por diferentes conceptos, llámense ofrendas voluntarias, donaciones, y otros. Yo no concibo que la dirigencia de la iglesia de Cristo se resista a entregar un balance pormenorizado de TODOS los ingresos y egresos ocurridos durante el año, no veo en las Escrituras un indicio siquiera que proponga reservas sobre éste asunto, los Ancianos de la iglesia deben ser ejemplo en la administración de los recursos económcos, en transparencia, integridad, honestidad, honorabilidad, rectitud, etc.Mateo 5:14-16 “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud,sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”. La iglesia está llamada a mostrar (”para que vean”) al mundo, que no tenemos nada que esconder, que somos los mejores administradores que jamás hayan existido, porque tenemos con nosotros y en nosotros el mejor capacitador y mejor enseñador, el Espíritu Santo de Dios. Si debemos ser “para que vean”(el mundo), ¿No debemos exigirnos más todavía en mostrar pureza en nuestros actos ante la iglesia?Amado pastor, anciano, o cualquiera sea tu cargo en la congregación, estamos obligados a aceptar que somos sólo servidores y nuestro servicio a la iglesia debe ser con temor de Dios, el Espíritu Santo no nos ha concedido la prerrogativa de tomar decisiones arbitrarias y/o a espaldas de la iglesia. De ninguna manera debemos dejar un manto de dudas sobre nuestras acciones. Estamos llamados a ser ejemplos de la grey, no abusando de ella; y tú hermano, ten presente lo siguiente, que indistintamente que ofrendaste para Dios, y ese dinero ya no te pertenece, no significa que debes abstraerse de la utilización de éstos, no apliques la doctrina de Poncio Pilatos, quien lavándose las manos dijo: "inocente soy...", debes saber, que de la manera que está en grave falta quien hace mal uso de esos recursos, también lo estás tu, que conociendo esto sigues aportando dinero sin siquiera procurar subsanar esta anómala situación. La corrección, por lo tanto, es exigible a todos los miembros del cuerpo de Cristo.Hay iglesias -hablo de lo que me consta- en que los pastores son amos y señores, ellos deciden cuando y cómo utilizar los dineros, su soberana decisión no puede ser cuestionada, y ¡ay! de aquel que tenga una duda razonable y ose preguntar sobre el destino de los recursos económicos. Al instante es catalogado de rebelde y conflictivo, y de paso queda castigado y sin participación en las actividades de la iglesia ¿Cómo se atreve a dudar de las sabias decisiones del ungido de Dios?El año 1996 estuve en una congregación en la que sí se rendía cuenta de los ingresos y egresos económicos, sólo que la forma en que se entregaba el informe era poco claro, se "picaba" por uno y otro lado que al final resultaba tedioso y dificultoso poder entenderla; inteligentemente, pienso, se me ocurrió la brillante idea de ofrecer mis servicios como asesor, de tal forma que el siguiente informe fuese muy bien entendido, porque la entrega actual dejaba muchas dudas; podía no dudarse de la dirigencia, pero no es bueno decir amén, amén, como que todo está bien sin haber entendido nada. ¿Qué sucedió con mi ofrecimiento? Se me agradeció mi buena voluntad, pero nunca se me consideró, es más, a los pocos días me llegó un rumor, el que al poco tiempo fué un secreto a voces, que yo era un entremetido y que lo que buscaba era enterarme de que se hacía con los dineros. Todo cambió desde entonces, ya nada fué lo mismo.Administradores, sométanse al Señor y sean transparentes, de ésto resultará que se ganen el respeto de la congregación y “un grado honroso” que harta falta hace.Dios les GuardePor Daniel Neveu Pedreros – Temuco, ChileSitio web http://www.desdemiangulo.com/
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