Amado hermano, como muchos, pudiera ser que lleves años en la iglesia participando activamente en la obra y con el máximo cuidado de no fallarle a tu Señor, también pudiera ser que tu entrega a sido tal, que jamás pusiste en cuestion el llamado del pastor a ser fieles a Dios por medio de diezmar puntualmente, cosa que hiciste a pesar de las necesidades de tu hogar; pero, déjame decirte que para servir a Dios debes hacerlo con entendimiento, sabiendo lo que haces y porqué lo haces, es la única forma de agradarle. Hoy tienes la oportunidad de aclarar algunas, sino todas, las preguntas que tengas sobre este tema; informarte, es tu deber. ¡Aprovéchala!
La siguiente información fue tomada de http://www.editoriallapaz.org/Diezmos.htm
Orientación importante previa al Texto del estudio
Respetado estudioso de las Sagradas Escrituras, al recopilar y analizar el que escribe los abundantes datos de la Biblia sobre "diezmos", descubriéndose muchas evidencias según las que fueron abolidos en la cruz, no tengo la menor intención de enseñar o implicar que el cristiano, librado por Cristo de la ley del diezmo, no esté en el deber de aportar generosamente para la gran obra de Dios en la tierra. Muy al contrario, mi convicción es que la generosidad del cristiano ha de superar aun la del israelita. Le rogamos encarecidamente leer todo este estudio antes de emitir evaluaciones negativas, argumentar contra la abolición de los diezmos o enviarnos preguntas. Quizás encuentre, al igual que nosotros, sorprendentes hechos y detalles que desconociera. Tal parece que algunos lectores no pasen más allá del título de este estudio, pues nos hacen preguntas cuyas respuestas aparecen en el texto. Por ejemplo, preguntan: "Si los diezmos fueron abolidos, ¿cómo se sostienen los pastores o evangelistas hoy día?”, encontrándose la respuesta en la partida 33. Extrañamente, algunos osan criticar y contradecir, sin tomar la molestia, según su propia confesión, de siquiera consultar los pasajes bíblicos citados en apoyo de respuestas, explicaciones o conclusiones, así poniéndose en tela de juicio su objetividad, honradez y aun su aptitud intelectual.
“Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano que rindiere tu campo cada año. Y comerás delante de Jhová tu Dios en el lugar que él escogiere… el diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite…” (Deuteronomio 14:22-23). “Y el diezmo… de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es…” (Levítico 27:30).
A continuación, un breve esquema del contenido de esta obra:
* Las preguntas del 1 al 22: los diezmos en el Antiguo Testamento -Abraham, Jacob y Leví.
* Las preguntas del 23 al 26: los diezmos en el Nuevo Testamento -Mateo 23:23 y Hebreos 7:1-10.
* Las preguntas del 27 al 41: las ofrendas de la iglesia primitiva, el sostenimiento de obreros según el Nuevo Testamento y la generosidad admirable de los cristianos maduros.
Introducción:
Amigo lector, ¿acaso pertenece usted a una congregación, iglesia, concilio o movimiento que exige el diezmo? ¿Acostumbra su pastor, pastora, ministro o evangelista predicar, frecuente e insistentemente, que todos los feligreses deberían diezmar? ¿Suele él, o ella, censurar duramente a quienes no lo hacen, aun amenazándolos con “castigos divinos”, incluso poniéndolos “en disciplina”, “privándolos de ministerios”, o más aún, echándolos de la iglesia? Al demandar diezmos líderes religiosos del presente, ¿acaso estén cometiendo el error gravísimo de sojuzgar a los seguidores de Cristo a un yugo que haya sido quitado? ¿A una ley que fuera abrogada? ¿Se solidariza usted con infinidad de creyentes sinceros los que cuestionan la validez bíblica del diezmo como ley para la iglesia del Señor?
Jesucristo purifica el templo.
“Estaba cerca la pascua de los judíos; y subió Jesús a Jerusalén, y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas allí sentados. Y haciendo un azote de cuerdas, echo fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas; y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado” (Juan 2:13-16).
“Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras… y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas” (2 Pedro 2:1-3).
Según numerosos testimonios, aumenta cada vez más la cantidad de creyentes que ya no se congregan por no estar de acuerdo con el diezmo, no encontrando, o, decepcionados y disgustados muchos de ellos, no procurando encontrar, alguna iglesia que no lo exija. Dada esta circunstancia, más la de abusos comunes relacionados con la administración –a menudo turbia, no fiscalizada, aun deshonesta- de enormes sumas de dinero recogido en decenas de miles de congregaciones diezmadoras a través del mundo, tenemos a bien presentar el siguiente estudio sobre “diezmos, ofrendas y el sostenimiento de siervos en la iglesia”. Lo hacemos valiéndonos del formato sencillo de preguntas y respuestas.