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CONCLUSIÓNDe ninguna manera intento quitar la bendición de quien quiere aportar de por sí, con amor a la obra Dios, y a quien quiera apartar un porcentaje de sus ingresos en beneficio de quien tiene la tarea de guiarle, de enseñarle, de amonestarle; sino mas bien indicarle que todo lo que haga sea con conocimiento de causa, teniendo claro que la observancia del diezmo es caer en el legalismo y a una práctica que no es propia del cristiano.Creo que por gracia de Dios he despejado algunas interrogantes y dado tranquilidad a quienes viven a sobresaltos creyendo que su pecado es tal que no son dignos de mirar a lo alto ¿Puede hacerlo un ladrón? Esta situación se repite alarmantemente en muchas iglesias, por lo que actualmente hay muchos ladrones en las congregaciones, y predican, y aconsejan, y paradojalmente enseñan el diezmo ¡Vaya, es increíble! Sepa sin embargo el lector, que es libre para decidir si quiere continuar entregando el diezmo en forma habitual, solo que tengo la obligación de informarle lo que dice en Deuteronomio 23:21-23 “Cuando haces un voto a Jehová tu Dios, no tardes en pagarlo; porque ciertamente lo demandará Jehová tu Dios de ti, y sería pecado en ti. Más cuando te abstengas de prometer, no habrá en ti pecado. Pero lo que hubiere salido de tus labios, lo guardarás y lo cumplirás, conforme lo prometiste a Jehová tu Dios, pagando la ofrenda voluntaria que prometiste con tu boca”El compromiso debe ser de tal forma y con tal temor, que debe tener cuidado en no fallar, y cumplir su voto prontamente. “No tardes en pagarlo”.El hermano Daniel E. Dañeiluk, escribe en “El Diezmo, un tema para la polémica” encontrado en internet “Para el cristiano de la Iglesia de Jesucristo, si bien creo que no es obligatorio entregar una parte de los ingresos, el compromiso es definitivamente mayor, ya que todo el ser, espíritu, alma y cuerpo, pasa a ser 100% dominio o propiedad de Cristo.El cristiano tiene que entregar todas las áreas de su vida al manejo del Espíritu Santo, con el fin de buscar la santidad, camino y objetivo.La vida de una persona transcurre en diferentes áreas: Afectiva, social, laboral, económica, intelectual, religiosa, artística, deportiva, sanitaria, familiar, etc. Resulta una pretensión mezquina, restringir la entrega a Dios de solo un área de nuestra existencia, y mucho peor si se porcentúa a un diezmo de ella.La plenitud de la vida en Cristo implica una entrega total, pero nunca obligada, pues ya no se está bajo la Ley sino de la Gracia.En la Ley la acción de DAR es una obligación, en cambio, en la Gracia, el DAR es una bendición”.Permítame hacerle una sugerencia, que el porcentaje que ud. se proponga, sea el que pueda cumplir y no “por ley”, estoy convencido que la bendición del Señor no se hará esperar, y mejor aún cuando su determinación es espontánea y no a una imposición. Dios ama al dador alegre.BIBLIOGRAFÍABiblia de Referencia ThompsonComentario Bíblico de Matthew HenryBiblia de Estudio de la Vida PlenaDiccionario Ilustrado de la Biblia (de editorial Caribe)Pablo Hoff, Libro “Se hizo hombre”Daniel E. Dañeiluk, Documento “El Diezmo, un tema para la polémica”